Caos y anarquía en Haití

Continúan las tensiones entre las autoridades y grupos armados criminales en Puerto Príncipe, la capital de Haití, donde durante la noche de este viernes se registraron repetidos tiroteos cerca del Palacio Nacional.
De acuerdo con medios locales, las bandas al margen de la ley intentan a toda costa tomar el control de varias unidades de la Policía Nacional, entre ellas la comisaría de la ciudad y la Unidad Departamental de Aplicación de la Ley (Udmo).
Testigos en la zona afirman que se han producido intensos y prolongados intercambios de disparos entre ambos bandos. Desde la Policía han dado orden a sus agentes, que intentan repeler los ataques, de impedir que las bandas tomen el control de dichos espacios.
Por su parte, y de acuerdo con fuentes periodísticas, el Ministerio del Interior haitiano se encuentra en llamas como resultado de un incendio provocado por criminales que buscan hacerse con el Tribunal Supremo. Anteriormente, desde uno de los grupos armados que ha desatado la violencia en el país, expresaron su intención de "controlar el poder político en Haití".
Una fuente citada por el canal ABC News asegura que estos acontecimientos forman parte de un asalto coordinado dirigido a múltiples edificios gubernamentales, en el que, con rapidez, diferentes grupos atacaron simultáneamente.
Se escucharon disparos y explosiones, a la vez que cientos de personas huyeron de la zona mientras las pandillas libraban una lucha contra la Policía. "No está claro si los combates terminaron por la noche o si las pandillas simplemente se están reagrupando", afirma el medio.
Por otro lado, se informó que el aeropuerto internacional de Haití continúa en manos de las pandillas. Una imagen compartida en redes sociales muestra cómo han sido dañadas las barreras de concreto de su perímetro.
Los vuelos comerciales permanecen cancelados y el primer ministro haitiano, Ariel Henry, que se encuentra en Puerto Rico, no ha podido regresar al país. La semana pasada Henry había iniciado un viaje al extranjero que coincidió con este nuevo estallido de violencia. 
Las acciones para derrocar al Gobierno de Henry se han intensificado ante su ausencia. El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Matthew Miller, afirmó que Washington cree que es importante que el primer ministro regrese y que se le permita hacerlo.
Previamente, en esta jornada, el jefe de los grupos armados que han desatado la ola de violencia, Jimmy Chérizier, conocido como alias 'Barbecue', advirtió de que Haití sufriría un "genocidio inminente" si el primer ministro no renuncia a su cargo.
Según sus palabras, para las bandas armadas irregulares que buscan controlar el poder político en Haití, el Gobierno que encabeza Henry es "ilegítimo" y "está bajo las órdenes de EE.UU."
Chérizier asegura que las bandas armadas que él coordina cuentan con una fuerza de "entre 7.000 y 8.000 hombres" preparados para la "batalla".
Por su parte, el Gobierno haitiano prolongó por un mes el estado de emergencia, que fue declarado en el departamento Oeste, donde se encuentra ubicada la capital, por el "deterioro de la seguridad". Entretanto, la ONU advirtió recientemente que el sistema de salud en Haití está en peligro y se encuentra al borde del colapso "debido a una preocupante escasez de medicamentos y la ausencia de personal médico".
Las pandillas han saqueado puertos marítimos, edificios públicos y tiendas. A esto se suma el bloqueo de carreteras y los asaltos a camiones llenos de alimentos. Además, varias comisarías de Policía han sido atacadas, así como las cárceles, de donde han sido liberados unos 4.600 reclusos, de acuerdo con The New York Times. En este contexto, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, urgió esta semana al primer ministro Henry que acelere la transición para un cambio de gobierno.