Error en el diseño de las monedas costará a la Casa de la Moneda de París alrededor de un millón de dólares.

La Casa de la Moneda de París, responsable de la acuñación de los euros en Francia, tuvo que destruir y volver a acuñar cerca de 27 millones de monedas luego de que la Comisión Europea no aprobara su nuevo diseño, recogen este jueves medios locales.
El pasado noviembre, el director de general de la institución monetaria, Marc Schwartz, ordenó rediseñar y acuñar las monedas de 10, 20 y 50 céntimos de euro sin esperar la validación que exige el órgano ejecutivo del bloque europeo para la modificación del diseño de estas.
Estaba previsto exhibir las nuevas monedas al ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, durante una visita que realizaría a la Casa de la Moneda de París el pasado 7 de diciembre. Sin embargo, seis días antes de la presentación, el diseño fue rechazado por Bruselas. Según medios locales, el error radica en que las estrellas del símbolo de la Unión Europea eran difíciles de ver, de manera que las monedas tuvieron que ser fundidas y reacuñadas de manera urgente.
Se estima que esta acción le terminará costando a la institución monetaria francesa entre 768.000 y 1,6 millones de dólares. Ante esta situación, Schwartz alegó que el aplazamiento para la validación del diseño estuvo fuera de su control, responsabilizando de lo sucedido a los Ministerios de Hacienda y Economía, a los que se refirió como el "Estado francés".
Por su parte, el Ministerio de Economía anunció que se realizará una evaluación para conocer las causas de este error, que representa alrededor del 4 % de la producción anual de la Casa de la Moneda.
Un funcionario del Ministerio de Economía citado por la revista Politico aseguró que "no habrá ningún coste para el contribuyente francés, ya que la empresa lo absorberá en sus costes operativos". Esto se debe a que la Casa de la Moneda es una compañía pública autónoma y no forma parte de la administración francesa.
Por otro lado, un portavoz de la Comisión Europa confirmó que el Tesoro francés presentó formalmente la corrección del diseño de las monedas el pasado 12 diciembre, siendo respaldas por la UE nueve días después.
De acuerdo con la legislación de la UE, los miembros de la zona euro pueden rediseñar la cara 'nacional' de sus monedas cada 15 años, pero para ello necesitan la aprobación de la Comisión Europea y de los otros países que integran el bloque, que tienen una semana para expresar cualquier objeción.