En un comunicado, los militares indicaron que los rebeldes hutíes de Yemen habían sido los responsables del ataque: "[El destructor] el USS LABOON (DDG 58) y los [cazabombarderos] Super Hornet F/A-18 del Eisenhower Carrier Strike Group, derribaron 12 drones de ataque unidireccionales, tres misiles balísticos antibuque y dos misiles de crucero de ataque terrestre en el mar Rojo meridional que fueron disparados por los hutíes durante un período de 10 horas".
Nadie resultó herido como consecuencia del incidente ni se produjeron daños en los buques estadounidenses, según el informe.
Tras el inicio de la incursión israelí en la Franja de Gaza, los hutíes declararon que impedirían el paso de buques asociados con Israel por aguas del mar Rojo y el estrecho de Bab el Mandeb hasta que cesaran las hostilidades en el enclave palestino.
En respuesta, Washington anunció su intención de poner en marcha la operación 'Guardián de la Prosperidad' para garantizar la libertad de navegación y la seguridad de los buques. Además de EE.UU., en el operativo participarían Baréin, España, Reino Unido, Canadá, Francia, Italia, Noruega, Países Bajos y Seychelles.