Despliegue de EEUU de su submarino con misiles Tomahawk en Oriente Medio

El Departamento de Asuntos Públicos del Mando Central de EEUU (Centcom) emitió el 6 de noviembre un comunicado sobre la llegada en Oriente Medio del sumergible armado con misiles de crucero Tomahawk. El organismo afirmó que el despliegue está diseñado para "demostrar la flexibilidad y la capacidad dinámica para disuadir a posibles adversarios, tranquilizar a los socios, mejorar la seguridad marítima y garantizar la libertad de navegación y el libre flujo del comercio".
En su mensaje, EEUU volvió a recordar las áreas de Oriente Medio, en las que el Estado se considera a sí mismo responsable en materia de seguridad. De acuerdo con su visión, son el golfo Pérsico, el golfo de Omán, el norte del mar Arábigo, el golfo de Adén y el mar Rojo.
"La misión del Mando Central de la Armada de EEUU es llevar a cabo operaciones de seguridad marítima, esfuerzos de cooperación en materia de seguridad en el teatro de operaciones y reforzar las capacidades marítimas de los países asociados para promover la seguridad y la estabilidad en la zona de operaciones de la 5.ª Flota de EEUU", añadió el Centcom.
El comunicado no detalló a qué "adversarios potenciales" se refería, ni cómo la presencia del submarino "garantizaría la libertad de navegación y el libre flujo del comercio" en una situación en la que todas las fuerzas con las que se han enfrentado hasta ahora los aliados israelíes de Washington han sido actores no estatales (Hamás, Hizbulá, los hutíes) sin capacidad naval alguna, a excepción de los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel contra Siria.
El verdadero "adversario potencial" es claramente Irán, cree el exanalista principal en la Oficina del secretario de Defensa.
La decisión del Centcom de anunciar públicamente el despliegue del submarino fue "un poco inusual", declaró Maloof a Sputnik, dado que los submarinos de misiles estadounidenses son posiblemente "la pata más fuerte" de la tríada nuclear de EEUU debido a su capacidad para eludir la vigilancia de enemigos potenciales viajando bajo el agua, donde su detección es casi imposible.
"Creo que pretendía enviar un mensaje. Se están enviando mensajes a todas partes para tratar de evitar una nueva escalada en todos los frentes, ya sea entre Hizbulá e Israel, pero también con Irán, y sin duda cualquier aumento de la beligerancia entre las milicias en Irak y las tropas estadounidenses en Irak y Siria. Tienen misiles a bordo de este submarino que son totalmente capaces de 'alcanzar y tocar a alguien' en cualquier parte de esa región", indicó el observador.
Sin descartar que el sumergible de clase Ohio sea solo uno de los varios submarinos desplegados sigilosamente en la región junto a los dos grupos de ataque con portaviones estadounidenses que fueron enviados el mes pasado, Maloof sugirió que, quizá más que nada, el despliegue de submarinos tiene por objeto "proteger las 35 bases que EEUU tiene en torno a Irán".
"Alguien bromeó una vez diciendo 'quién puso a Irán en medio de todas nuestras bases'. Es así de tonto, y, por un lado, pretende ser disuasorio; pero por otro supone un talón de Aquiles, en realidad, porque [las bases exponen] a las fuerzas estadounidenses al contrataque en caso necesario. Y estoy seguro de que todas ellas están en el punto de mira de Irán en caso de que la situación se escale", subrayó Maloof.
"El tiempo apremia" y se agota para resolver la crisis de Oriente Medio, opina el observador, señalando que "fácilmente" amenaza con "convertirse rápidamente en algo mucho mayor", incluso si la mayoría de los países de la región no desean realmente una guerra a gran escala.
"Esto es algo que veíamos venir hace meses y meses. Ahora está aquí y nadie está preparado. Por eso sigue habiendo dudas sobre qué hacer con Gaza cuando todo esto termine. Está claro que hace falta un acuerdo político", destacó Maloof, señalando que han vuelto a surgir dudas sobre si el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sobrevivirá a la crisis actual.
"Antes de que Hamás entrara en acción, Israel estaba al borde de una guerra civil debido a sus propias luchas políticas internas. Creo que hay muchas variables en juego en esa región. Y cualquier cosa puede inclinarla en cualquier momento", afirmó Maloof.
En última instancia, el observador cree que "algún tipo de acuerdo permanente" es imprescindible en la crisis palestino-israelí en lugar de "dar patadas a esta proverbial lata por el camino año tras año". Incluso para Israel, intentar simplemente acabar con Hamás no es realista, ya que el grupo militante, o alguien como ellos o tal vez incluso más radical, podría surgir de nuevo en ausencia de una paz permanente, resumió Maloof.