El tratamiento, en cuyo estudio ha participado la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés), se realizará con un aparato de radioterapia basado en la tecnología flash, que utiliza electrones de muy alta energía. Esto permitirá tratar todo tipo de tumores hasta a una profundidad de 20 centímetros.
El dispositivo será construido por la empresa THERYQ y se espera que esté operativo dentro de dos años, con los primeros ensayos clínicos programados para el 2025.
La innovadora tecnología supone una gran esperanza para aumentar la eficacia de la radioterapia al reducir a unos milisegundos la exposición del cuerpo a la radiación, disminuyendo con ello sus posibles efectos secundarios.
