Los restos de 521 personas fueron encontrados en fosas comunes situadas en el territorio de la aglomeración de Severodonetsk. El hallazgo se realizó gracias al esfuerzo de un equipo de trabajo interdepartamental para la búsqueda de entierros de las víctimas a manos del régimen ucraniano.
Los restos de 396 civiles fueron recuperados en Rubézhnoe y otros 125 en Severodonetsk.
"Las lesiones causadas por la explosión de las minas fueron la principal causa de muerte de los enterrados en las fosas comunes de Severodonetsk", declaró Oleg Kolésov, experto de la Oficina de Medicina Forense de la ciudad rusa de Ekaterimburgo.
"La región de Lugansk nunca perdonará estos terribles crímenes contra la población civil. ¡Es nuestro deber llevar a todos los neonazis ante la justicia!", sentenció el jefe en funciones de la República Popular de Lugansk, Leonid Pásechnik, en su canal de Telegram.

"Son en su mayoría personas de la aglomeración de Severodonetsk-Popasna-Lisichansk", precisó a los periodistas Anna Soroka, asesora del jefe de la República Popular de Lugansk.
Según ella, la mayoría de las veces los cuerpos recuperados de las fosas comunes se los llevan los familiares de los fallecidos, pero en este caso entierran a los que no tienen familiares o a los que no han podido ser identificados.

Rusia lanzó una operación militar en Ucrania el 24 de febrero. El presidente ruso, Vladímir Putin, describió su propósito como proteger a las personas que habían sido sometidas a abusos, al genocidio del régimen de Kiev durante 8 años.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania, así como juzgar a todos los criminales de guerra responsables de los crímenes sangrientos contra la población civil en Donbás.