Una 'familia de virus', endémica en primates africanos salvajes y conocida por causar síntomas fatales similares a los del ébola, "está preparada para contagiar" a los humanos, según un reciente estudio de científicos de la Universidad de Colorado en Boulder (EE.UU.).
Como parte del trabajo publicado este viernes en la revista científica 'Cell', los investigadores estudiaron el virus de la fiebre hemorrágica de Siam (SHFV, por sus siglas en ingles), que causa una enfermedad mortal similar a la del ébola y ha provocado brotes en las colonias de macacos desde la década de 1960.
En particular, el estudio demuestra que el virus en cuestión es extraordinariamente hábil para introducirse en las células humanas, multiplicarse y contrarrestar los mecanismos inmunitarios que normalmente protegen a las personas frente a patógenos de origen animal, por lo que es un evento raro, explican los científicos.
Aunque este tipo de virus es considerado como una "amenaza crítica" para los monos macacos, hasta la fecha no se han registrado casos de infecciones en humanos. Por lo tanto, no se sabe exactamente qué efecto tendría en estos.
Según la autora principal de la investigación, Sara Sawyer, profesora de biología molecular, celular y del desarrollo en la Universidad de Colorado en Boulder, a este patógeno "deberíamos prestarle atención", ya que además se han encontrado paralelismos con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Al igual que ocurre con este último, los arterivirus simios parecen atacar a las células inmunitarias, desactivando los principales mecanismos de defensa y arraigándose en el organismo a largo plazo. El precursor del VIH, el virus de la inmunodeficiencia simia (VIS), se originó igualmente entre los monos africanos, y probablemente saltó a los humanos en algún momento a principios del siglo XX. Según estadísticas, más de 40 millones de personas en todo el mundo han muerto de enfermedades relacionadas con el VIH.
En las últimas décadas, muchos virus endémicos para ciertos animales se han trasladado a los humanos, cuyos sistemas inmunitarios no tienen ninguna experiencia en la lucha contra ellos. En esa lista es posible incluir el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas), en 2012, y los brotes vinculados con coronavirus en 2003 y 2020.
Según los autores, la comunidad sanitaria internacional podría evitar una nueva pandemia si se vigila ahora la presencia de los arterivirus, tanto en animales como en humanos.