"Tenemos un polígono de pruebas de combate en Ucrania durante esta guerra. Creo que todos los [países] ven cómo usamos estos sistemas. Ustedes saben que tenemos ocho sistemas de artillería diferentes de calibre 155 mm en el campo […] entonces, es como una competición entre los sistemas", declaró Réznikov.
Por otra parte, el titular de Defensa ucraniano destacó que Kiev sigue aspirando a recibir tanques o cazas modernos, pese a que hasta ahora los países de la OTAN se han negado a proporcionar estos tipos de equipos. "Soy muy optimista en cuanto a que los tanques Abrams [EE.UU.] sean posibles en el futuro y estoy seguro de que cazas como los F-16, F-15 [EE.UU.] o Gripen de Suecia también serán posibles", manifestó.
En esta línea, Réznikov señaló que, tras su nombramiento en noviembre pasado, pidió a Washington que suministrara a su país sistemas portátiles de defensa aérea Stinger, pero se los negaron. "Les pregunté por qué. La respuesta fue que está prohibido por la ley […] y los problemas políticos", explicó. Pese a ello, en enero pasado Lituania les proporcionó su primer lote de Stingers "con el permiso de EE.UU.". "Para mí, es un ejemplo de que, si oyes que es imposible, significa que será posible en el futuro", apuntó.
Según el ministro, la tarea principal ahora es elegir qué tipo de tanque será el principal para las Fuerzas Armadas de Ucrania, porque Kiev entiende que todos sus socios que "tengan una industria que puede producir tanques -como Reino Unido, Francia, Alemania- esperarán a la decisión política de EE.UU.".
En este sentido, expresó su confianza en que Ucrania recibirá carros de combate Leopard y vehículos de combate de infantería Marder alemanes, así como otros tipos de blindados, una vez que Washington entregue los primeros tanques Abrams.
