_0.jpg)
Según el texto, en las próximas décadas, las olas de calor podrían alcanzar y superar los límites fisiológicos y sociales del ser humano en regiones como el Sahel, el Cuerno de África, así como el sur y suroeste de Asia. Desde los organismos advierten que las olas de calor extremas en estas regiones, donde las necesidades humanitarias ya son elevadas, causarán un sufrimiento generalizado y la pérdida de vidas, desplazarán a las poblaciones y afianzarán aún más las desigualdades.
El reporte detalla que algunos grupos de la población se verán más afectados por el calor. Se trata de trabajadores agrícolas, ancianos, niños, mujeres embarazadas y lactantes que tienen un mayor riesgo de enfermedad y muerte.
"En ningún lugar el impacto se siente más brutalmente que en los países que ya se tambalean por el hambre, los conflictos y la pobreza", afirmó el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Martin Griffiths.
En este contexto, se requiere tomar medidas agresivas ahora para evitar que se repitan las catástrofes térmicas, señala el informe. Entre otras cosas, se prevé proporcionar información temprana sobre las olas de calor para ayudar a las personas y a las autoridades a tomar medidas a tiempo y encontrar formas nuevas y más sostenibles de financiar la acción local.
