Hungría se prepara para realizar una consulta nacional para conocer la opinión de la ciudadanía sobre las sanciones de la Unión Europea impuestas contra Rusia.
"Acabamos de lanzar consultas nacionales en las que el pueblo húngaro podrá exponer directamente su opinión sobre las sanciones, y decir si apoya o no la aplicación de nuevas", declaró este lunes el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, al comparecer ante el Parlamento.
El mandatario destacó que su país será el primero de Europa en realizar semejante procedimiento. Al mismo tiempo, denunció que la UE acusa constantemente a Hungría de "violar los valores europeos" a pesar de que la democracia se sitúa oficialmente en el primer lugar entre esos valores. Sin embargo, aseguró que las "sanciones no se adoptaron democráticamente" porque las "decidieron las élites europeas y los burócratas en Bruselas" sin preguntárselo a los ciudadanos, que son los que pagan las consecuencias.
Orbán señaló que el aumento drástico de los precios de la energía no fue culpa de la economía, sino de las decisiones políticas tomadas en Bruselas, agregando que, si se levantaran las sanciones, los precios y la inflación se reducirían inmediatamente a la mitad.
"Podemos decir con seguridad que, como resultado de las sanciones, los europeos se han vuelto más pobres, mientras que Rusia no se ha puesto de rodillas", dijo. "Esta arma ha fracasado, con las sanciones Europa se ha pegado un tiro en el pie".
Además, expuso que Occidente está del lado de la guerra, mientras que Hungría está del lado de la paz, porque EE.UU. y la UE continúan apoyando a Ucrania con armas y dinero. "En lugar de prolongar y profundizar la guerra, exigimos un alto el fuego inmediato y negociaciones de paz", expresó.