"Estamos en contacto muy estrecho con nuestros aliados y socios cercanos, comenzando con Corea del Sur, también con Japón y otros, para poder responder rápidamente si los norcoreanos proceden con tal prueba", declaró en una rueda de prensa posterior al encuentro con su homólogo surcoreano, Park Jin. "Y estamos preparados para hacer ajustes tanto a corto como a largo plazo en nuestra postura militar según corresponda", agregó.
Asimismo, señaló que su país "no tiene intenciones hostiles" hacia Pionyang y que el diálogo sigue siendo una opción. "Así que continuaremos acercándonos a la República Popular Democrática de Corea. Estamos comprometidos a buscar un enfoque diplomático", remarcó Blinken.
"Hasta que el régimen de Pionyang cambie de rumbo, continuaremos manteniendo la presión", aseveró en referencia a las sanciones internacionales impuestas a Pionyang.
Por su parte, Park Jin manifestó que cualquier provocación de Corea del Norte, incluida una prueba nuclear, recibirá una respuesta unida y firme e instó a China a usar su influencia para persuadirla de que no reanude sus ensayos atómicos.
Además, expresó que su vecino del norte se encuentra en una encrucijada, en la que podría continuar con una prueba nuclear y aislarse, o volver a la diplomacia y el diálogo.
En tanto, según las autoridades de Seúl, Corea del Norte realizó el pasado domingo el lanzamiento al mar de lo que parecen ser proyectiles de artillería presumiblemente desde lanzaderas de cohetes múltiples. La reciente prueba se produjo después de que Pionyang lanzara a principios de mes ocho misiles balísticos de corto alcance hacia el mar del Japón. En respuesta, EE.UU. y Corea del Sur dispararon el mismo número de misiles.
A mediados de mayo, la entonces portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló que Corea del Norte estaba lista para llevar a cabo una prueba nuclear "incluso este mismo mes".
