Los países occidentales podrían forzar a Rusia a sentarse a la mesa de negociaciones de paz con Ucrania aumentando los suministros de armas a Kiev y endureciendo las sanciones contra Moscú, aseguró el presidente ucraniano Vladímir Zelenski.
En declaraciones a The Financial Times, el mandatario llamó a sus aliados a trabajar para crear los "requisitos" para la paz.
"Ustedes tienen influencia sobre el resultado. Además de palabras, deben manifestar lo que pueden hacer en realidad", dijo Zelenski.
El presidente ucraniano afirmó que aunque algunas sanciones occidentales han asestado un severo golpe a la economía de Rusia, estas "no han afectado realmente a la postura rusa", mientras que Moscú ha estado encontrando vías para burlarlas.
Asimismo, sugirió que algunos países se están cansando del impacto económico de las sanciones antirrusas y están buscando formas para suavizar sus efectos y proteger a sus propios intereses comerciales.
"Todos están jugando con dos barajas. Apoyan a Ucrania, pero al mismo tiempo comprueban qué se puede hacer para debilitar las sanciones para que los negocios no sufran", sostuvo.
Asimismo, el mandatario condenó lo que calificó de esfuerzos de algunos países occidentales por explorar las condiciones de un cese del fuego sin involucrar a Kiev.
"Necesitamos un interés perdurable de Occidente, el apoyo occidental a la soberanía de Ucrania. No puede haber conversaciones a espaldas de Ucrania en ningún momento", sentenció.
Zelenski reconoció que las Fuerzas Armadas ucranianas son "inferiores en términos de equipamiento", por lo que son "incapaces de avanzar" y van a "sufrir más pérdidas", pero defendió que pese a ello la "victoria se debe conseguir en el campo de batalla".
Así, señaló que obligar a las fuerzas rusas a retirarse a las posiciones previas al 24 de febrero sería solo "una seria victoria provisional", ya que el objetivo principal de Kiev es restaurar la integridad territorial del país recuperando también el control sobre Donbass y Crimea.
El conflicto, según Zelenski, debe terminar con negociaciones cara a cara entre él y el presidente ruso Vladímir Putin, porque no hay "nadie más con quien hablar" al respecto.