La reciente operación realizada por los palestinos en el asentamiento ilegal israelí Ariel fue un duro golpe contra el régimen de Tel Aviv, señala un informe.
Un guardia del asentamiento ilegal israelí Ariel perdió la vida la madrugada del sábado en el sur de la ciudad de Nablus, en la ocupada Cisjordania, después de que dos palestinos le dispararan con un rifle. Según la información proporcionada por la agencia palestina de noticias WAFA, las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, rama militar del Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah), se atribuyó la responsabilidad del ataque.
En un artículo publicado este lunes, el diario israelí Haaretz ha indicado que dicha operación reveló la falla del sistema de seguridad y la brecha en los sistemas de seguridad y protección israelíes.
El rotativo agrega que los autores de la operación pudieron aprovechar las brechas en el sistema de seguridad israelí para llevar a cabo el ataque que sorprendió a las fuerzas militares israelíes presentes en el lugar, pues no pudieron responder y disparar contra los atacantes.
De hecho, subraya Haaretz, el tiroteo en el asentamiento Ariel fue la cuarta operación de este tipo en los últimos 40 días y sus autores lograron escapar de la escena.
Últimamente, los ciudadanos palestinos han realizado varios ataques contra los soldados y colonos israelíes en respuesta a los crímenes del régimen de Israel contra el pueblo palestino desde el inicio de su ocupación.
El suceso del sábado tuvo lugar mientras que el régimen de ocupación de Tel Aviv ha decretado la alerta máxima entre sus tropas después de una serie de ataques de represalia de los palestinos.