Eso se produjo solo horas después da la entrada en vigor de un alto el fuego establecido con la mediación de las Naciones Unidas, que el viernes anunció que Yemen y la llamada coalición saudí llegaron a un acuerdo para suspender todos los ataques en el marco de una tregua de dos meses para terminar la guerra.
A su vez, el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Yemen, Hans Grundberg, ya había anunciado el establecimiento de la tregua a partir de 19.00 (hora local) del sábado con el objetivo de “dar un descanso necesario a los yemeníes de tanta violencia”.
El reino árabe, como tantas otras ocasiones, violó la tregua; eso mientras el portavoz del Ejército yemení, el teniente general Yahya Sari, dijo el mismo sábado que Yemen está comprometido con al acuerdo del alto al fuego siempre y cuando la contraparte haga lo mismo.
“Con la implementación del alto el fuego humanitario y militar, declaramos nuestro compromiso con el cese total de las operaciones militares mientras la otra parte continúe”, precisó.
Es más, varios países del mundo, incluyendo Irán, Estados Unidos, el Reino Unido, Turquía y Egipto expresaron su apoyo al alto el fuego anunciado, que según el movimiento popular yemení Ansarolá, es una valiosa oportunidad para los países agresores a fin de que reconsideren sus cálculos para lograr una paz duradera en el país más pobre del mundo árabe que desde marzo de 2015 es objeto de una brutal campaña de guerra librada por Riad y sus aliados.
