El director general del Banco de Pago Internacional (BPI), Agustín Carstens dijo que el prolongado conflicto de Ucrania, el deterioro de las relaciones entre Occidente, Rusia y China y las consecuencias de la pandemia derivada del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, son las razones principales que podrían llevar al mundo a una nueva era de inflación.
“Un mensaje clave es que podemos estar en la cúspide de una nueva era inflacionista”, afirmó Carstens en una entrevista concedida el martes al periódico español El País.
De acuerdo con el titular bancario, lo que es importante es precisamente que los precios energéticos no afecten a las expectativas de inflación, que no empiecen a enraizarse en los contratos y en las negociaciones salariales. Eso podría dar un brío adicional al proceso inflacionario.