Revelan intento de golpe de Estado en Francia

El diario local Le Parisien informó el jueves que Rémy Daillet, un antiguo líder regional del partido político centrista Movimiento Democrático, de 55 años, reclutó a soldados con la intención de derrocar al Gobierno de Emmanuel Macron, mediante la toma del palacio del Elíseo en la capital.

De acuerdo a las investigaciones de los servicios franceses de espionaje, Daillet habría creado, a través de un sistema de comunicaciones encriptadas, una amplia red de células de simpatizantes y militantes. La organización clandestina estaba dividida en una estructura civil y otra castrense, con un total de 300 integrantes.

En el marco de la llamada “Operación Azur”, con el apoyo de numerosos partidarios y una importante organización paramilitar, tenía previsto utilizar explosivos para apoderarse del Elíseo, los edificios del Parlamento, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa francés, así como algunos canales de televisión o estaciones de radio.

La Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI) de Francia ha podido identificar a varias decenas de implicados en el proyecto, entre ellos policías, gendarmes y militares.

Daillet envió en abril pasado un correo electrónico a los diputados de la Asamblea Nacional en el que advertía de un “derrocamiento popular inevitable” frente a un Gobierno “genocida” que imponía una vacunación “que mata” a los ciudadanos.

Uno de sus máximos colaboradores, también detenido, ha declarado que el objetivo final era “el derrocamiento del Gobierno y de las estructuras del Estado”, según informa el canal de noticias BFM TV.

El abogado de Daillet ha negado las acusaciones contra su cliente y lo llamó “prisionero político”.

Daillet fue extraditado en junio a Francia de Malasia, donde vivió durante los últimos años, y desde donde divulgaba vídeos críticos contra los masones, la política del Gobierno francés contra la pandemia, las vacunas contra el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, el aborto o las comunicaciones por 5G.

Las políticas del Gobierno galo han generado descontento a nivel nacional y provocado los estallidos sociales que han ocurrido desde el 17 de noviembre de 2018 en Francia.