“Nunca ha habido, y nunca habrá, fuerzas de terceros países en la frontera estatal de Azerbaiyán. Los rumores de que Azerbaiyán está utilizando su territorio con fines de inteligencia contra Irán […] son falsos. No hay fuerzas ni especialistas de ningún Estado extranjero en la frontera estatal de Azerbaiyán”, se lee en un comunicado emitido este lunes por el Servicio Estatal de Fronteras de la República de Azerbaiyán.
La nota deja claro que el aludido servicio “tiene las capacidades más modernas”, por lo que “no necesita el apoyo de fuerzas extranjeras” para proteger sus límites fronterizos.
A pesar del rechazo de las autoridades azerbaiyanas, varios informes muestran que Israel ha desplegado fuerzas y grupos extremistas y terroristas afines durante los últimos meses en varias zonas del territorio de Azerbaiyán.
Irán ha denunciado una y otra vez los intentos de Israel para aprovecharse de la última guerra entre Armenia y Azerbaiyán por el enclave de Nagorno Karabaj, con el fin de acercarse a las fronteras del país persa, desplegándose en algunas partes de Azerbaiyán.
A finales de septiembre, el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, advirtió que la República Islámica no toleraría “la presencia ni las actividades del régimen sionista en contra de su seguridad nacional y tomará las medidas necesarias al respecto”, durante una reunión con el nuevo embajador azerbaiyano, Ali Alizade, en Teherán, capital persa.
Asimismo, el jefe de la Diplomacia persa dijo el domingo que Teherán alertó “a Bakú que los terroristas están presentes en su territorio y que la presencia de los sionistas no redunda en el interés de la seguridad de la región del Cáucaso”.
En respuesta, agregó el canciller iraní, “Bakú prometió expulsar a los sionistas de la región”, tal y como indica un mensaje de la cuenta en Instagram de Amir Abdolahian.
En un intento por mostrar músculo a Israel y grupos terroristas afines, el Ejército de Irán llevó a cabo a principio de este mes en curso masivas maniobras militares cerca de las fronteras de Azerbaiyán, las cuales provocaron críticas de Bakú.
El Gobierno iraní, a su vez, defendió el derecho del país persa a efectuar maniobras militares para demostrar su capacidad disuasiva y rechazó cualquier intento suyo de socavar la integridad territorial de otros países o traspasar sus fronteras reconocidas.
Las autoridades persas han destacado una y otra vez las relaciones buenas y profundas entre Teherán y Bakú, y han pedido esfuerzos conjuntos destinados a no permitir que actores extranjeros influyan en los nexos entre los dos países.