La derrota de Satanás y sus demonios



Todos necesitamos el poder de Dios para vencer a Satanás y sus demonios, porque estamos en guerra espiritual. La gente no asume que existe un mundo espiritual donde hay dos reinos en conflicto: el reino de Dios y el reino de las tinieblas, y nosotros estamos en medio del combate.
Jesús ya venció al diablo en la Cruz, pero nosotros como creyentes tenemos que hacer cumplir esta victoria en la tierra, en la cruz desató la gracia de Dios. 
La gracia es un regalo, que nos da la habilidad de hacer todo aquello que no podemos lograr con nuestras propias fuerzas
La cruz fue el medio de nuestra salvación, sin ella, no tendríamos ninguna esperanza del cielo. 
Si Cristo no hubiera muerto en nuestro lugar, tendríamos que venir delante de Dios y recibir el castigo justo por todos los pecados que hemos cometido.
Jesús no solo pagó el castigo por nuestros pecados; también nos dio la victoria sobre él. Cuando fue crucificado, nuestra vieja naturaleza pecaminosa murió con Él. Romano 6:6. Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado 
El poder de la "carne" fue destruido, y Jesús vive ahora su vida victoriosa a través de nosotros, eso significa que ya no somos esclavos del pecado, y que podemos elegir la obediencia a Dios.
Cristo suplió todas nuestras necesidades en la cruz, al hacernos parte de su familia, nos dio un sentido de pertenencia. Cuando Él murió en nuestro lugar, confirmó nuestro valor. Y al venir a vivir su vida a través de cada creyente, nos da la capacidad de tener una vida de victoria y obediencia.
Efesio 4:27  Ni deis lugar al diablo. O sea que hay una verdadera batalla por la posesión de la vida de cada persona, entre Dios que nos ofrece su amor y la salvación por medio de Jesucristo y, Satanás que nos persigue para matarnos y destruirnos. 
Depende de cada hombre entregarse a Cristo y apropiarse de Su Victoria o permanecer en el pecado y bajo la destructiva influencia de Satanás.
Romanos 8.19-22 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora.
Romanos 16:20 Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén. .
Una de las principales estrategias de Satanás ha sido segar nuestros ojos frente al conflicto en que estamos, y de esta manera hacer que estemos indefensos contra sus ataques. Esta guerra no es nueva, y ha estado desde el principio de la humanidad. Si sabemos que estamos en guerra, es importante establecer quien es nuestro enemigo.
Efesios 6; 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, si no contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales
Estamos luchando contra, malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de tinieblas que nos rodea, por esto es importante saber con quién nos enfrentamos.
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" Mateo 28:18-19
Como ustedes ven el promotor de todo pecado y maldad es Satanás. Miles de años atrás Satanás, era la mano derecha de Dios, era el ángel más precioso, era el ángel que dirigía toda la alabanza, toda la adoración.
Era un ángel que tenía un gran potencial para captar todo el mover de Dios y trasladarlo a través de la alabanza y la adoración, se movía en ese mundo espiritual con gran revelación y sabiduría, estaba bien pegado a Dios.
En un momento determinado Satanás quiso ocupar el lugar de Dios y tomó la decisión de derrocarlo, su idea tuvo un fracaso rotundo y Dios lo expulsó del cielo cuando, se reveló en contra de la voluntad de Dios y arrastró a un tercio de todos los ángeles junto con él, les llenó la cabeza, le prestaron el oído y se fueron junto con Satanás.
Este ángel precioso que estaba al lado de Dios, que Lo escuchaba, que caminaba con Él, que ministraba la alabanza como nadie, un día decide transformarse en el enemigo número uno de Dios, ahora la pregunta es ¿por qué lo hizo?, ¿qué fue lo que le pasó? Tenía un lugar de privilegio, un ministerio y un accionar privilegiado al lado de Dios.
Lo que sucedió es que Dios le anuncia que la creación se iba a coronar con la creación del hombre y de la mujer, del ser humano.
Dios estaba creando al hombre con la finalidad de adorarlo, tú y yo hemos sido creados para ser adoración delante de la presencia del Señor, íbamos a ser desde la mirada del enemigo, competencia para él y el diablo no quiere competencia.
Dios decide que el hombre iba a tener un potencial ilimitado, nos íbamos a poder mover con autoridad, con dominio y con poder, tampoco esto le gustó, entonces empezó a generarse el odio.
El diablo odia a la raza humana siempre busca la oportunidad de hacernos caer, odia la creación de Dios
Satanás en el mismo momento en que empezó a odiar todos los planes que venían de parte de Dios, allí comenzó su caída, no pelea con Dios, el pelea contra ti y contra mí, pelea contra la creación de Dios.
El diablo está detrás de todo lo malo, detrás de las guerras, detrás del cáncer, las enfermedades, detrás de las inseguridades, de las violaciones, de los robos, detrás de las discordias, de las drogas, el alcohol, detrás de los secuestros, detrás de todo pecado. El diablo maquina constantemente la manera de apartar la creación de Dios de su creador, maquina la forma de destruir nuestra vida, para que no vivamos las cosas maravillosas que Dios tiene para ti y para mí.
Dios creó al hombre y lo puso en el jardín del Edén, hasta allí se arrastró Satanás lo tentó, lo engaño y la humanidad cayó en la trampa, a partir de ese momento, todo lo que Dios le delego al hombre paso a manos del diablo, debido a la desobediencia de Adán y Eva.