
"Gracias por una tarde maravillosa. Solo espero que podamos repetirlo más veces", rezaba el mensaje.
Gail se dirigió con su coche a las afueras de su ciudad, Cornwall, y se quitó la vida tomando varios frascos de medicamentos.
Su marido, Peter Crocker, dijo después que le hubiera perdonado la infidelidad. "Ella era mi vida. Estoy perdido sin ella", confesó.