El casamiento había sido organizado para el viernes pasado en la ciudad sureña de Taiz por el padre de la niña, de lo que se enteró un funcionario local del Ministerio de Derechos Humanos, según informó la cadena BBC.
El funcionario y la Policía persuadieron al hombre para que cancelara la boda. Es la primera intervención del ministerio para impedir una unión infantil en el país, donde no está regulada la edad mínima para contraer matrimonio.
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