El presente trabajo trata de establecer las eventuales relaciones entre los evangelios llamados "apócrifos" y la tendencia filosófico – religiosa conocida como gnosticismo. En la medida de lo posible, el objetivo es conservar la correspondencia entre ambos temas, para lo cual es necesario primero aclarar sus significados. Sin embargo, antes de hacerlo, no se puede obviar la importancia del descubrimiento en Nag Hammadi de textos gnósticos apócrifos, especialmente los Evangelios de Felipe y Tomás, aunque no se dejan de lado otros documentos de gran valor, como los apócrifos perdidos o los fragmentos papiráceos. La principal fuente de información y referencia es la edición de Los Evangelios Apócrifos preparada por Aurelio de Santos Otero e impresa por la Biblioteca de Autores Cristianos.
Al final, se presenta un anexo con el texto correspondiente a la IV Sesión del Concilio de Trento, celebrada el 8 de abril de 1546, donde se establece la lista definitiva de los evangelios canónicos.