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Jesús y los cristianos abofeteados

En el Evangelio de S. Mateo (cap 5,39) proclamado en todo el mundo, leemos la enseñanza que da Jesús a sus discípulos, sobre el comportamiento que hay que tener frente al agravio personal, cuando alguien nos golpea en la mejilla: Yo os digo que no resistáis al mal; antes bien al que te abofetee en la mejilla derecha preséntale la otra
Esta sentencia ha sido tomada literalmente por algunos, como si los seguidores de Cristo tuviesen que ser como “los payasos del circo” que reciben todos los golpes y bofetadas sin quejas. 
Nada de eso. Se puede y debe defender el cristiano, frente al mal o injusticia recibida sin odio ni venganza. 
Así lo enseñó Jesús con su ejemplo, tal como aparece en el Evangelio de S.Juan (cap 18,19-24) que copio literalmente. 
Fue en el juicio ante Anás y Caifás. El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús sobre sus discípulos y su doctrina. Jesús le respondió: He hablado abiertamente ante todo el mundo; he enseñado siempre en la sinagoga y en el Templo donde se reúnen todos los judíos y no he hablado nada a ocultas: ¿Por qué me preguntas?. Pregunta a los que me han oído lo que les he hablado; ya saben ellos lo que les he dicho
Apenas dijo esto uno de los guardias que allí estaba, dio una bofetada a Jesús diciendo: “Así contestas al Sumo Sacerdote?. 
Jesús le respondió: Si he hablado mal prueba en qué; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?
Jesús se defiende sin odio, ni violencia del injusto agresor. Podía por su poder haber secado la mano del que le golpeó, pero coherente con su enseñanza le hace recapacitar que ha obrado mal golpeándole y así reconocerlo y corregirse. He aquí el camino a seguir por los que somos cristianos. No devolver mal por mal, sino defenderse de las injusticias. Único camino para la paz y la salvación verdaderos. Mil aplicaciones prácticas en la vida de cada día.
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MSanMartin

La forma de decir las cosas

Una sabia y conocida anécdota árabe dice que en una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó a llamar a un Adivino para que interpretase su sueño.

- ¡Qué desgracia, Mi Señor! - exclamó el Adivino - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.

- ¡Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡¡¡Fuera de aquí!!!

Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Adivino y le contó lo que había soñado.

Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:

-¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada... ¡El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes!

Iluminóse el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien monedas de oro.

Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

-No es posible!, la interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Adivino. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro...

-Recuerda bien, amigo mío- respondió el segundo Adivino -que todo depende de la forma en el decir... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender el arte de comunicarse.

De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.

Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, más la forma conque debe ser comunicada es lo que provoca, en algunos casos, grandes problemas.

La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.
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Da y recibiras

Un profesional desempleado despertó una mañana y revisó su bolsillo. Todo lo que le quedaba eran $ 2000 y decidió utilizarlos para comprar comida y esperar así la hora de morir, ya que era demasiado orgulloso como para pedir limosna.

Estaba tan frustrado por no encontrar empleo y no tenía a nadie disponible para ayudarle.

Compró su comida y en cuanto se sentó a comer, un anciano y dos pequeños niños se le acercaron y le pidieron que les diera comida, ya que no habían comido en casi una semana.

El profesional los miró. Estaban tan flacos que se les notaban los huesos. Sus ojos se les habían hundido. Con el último pedazo de compasión que le quedaba, les dio su comida.

El anciano y los niños oraron para que Dios le diera bendiciones y prosperidad, y le dieron una moneda muy antigua. El joven profesionista les dijo "ustedes necesitan esa oración más que yo".

Sin dinero, sin empleo y sin comida, el joven fue debajo de un puente a descansar y esperar la hora de su muerte.

Estaba a punto de quedarse dormido, cuando vio un Viejo periódico en el suelo. Lo levantó, y de repente leyó un anuncio para los que tuvieran monedas antiguas, las llevaran a cierta dirección.

Decidió ir a ese lugar con la moneda Antigua que el anciano le dio. Al llegar al lugar, le dio la moneda al propietario del lugar. El propietario gritó, sacó un gran libro y le mostró al joven graduado una foto.

Era la misma moneda, cuyo valor era de 3 millones de dólares. El joven graduado estaba muy emocionado mientras el propietario le dio una ficha bancaria por los 3 millones. El joven cobró el dinero y se fue en búsqueda del anciano y los niños.

Para cuando llegó a donde los dejó comiendo, ya no estaban. Le preguntó al dueño de una cantina cercana si los conocía. El dueño le dijo que no los conocía, pero que le habían dejado una nota. Rápidamente abrió la nota pensando que averiguaría donde encontrarlos.

Esto era lo que la nota decía: "Nos diste todo lo que tenías, y te hemos recompensado con la moneda, firma: Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo”
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Hoy es el mejor día

Hoy es el mejor día para que brindes lo mejor de ti,
para que perdones, para que pienses en esa persona
que has tenido al olvido y quieras recordar.

Hoy es el mejor día para tomes decisiones en tu vida,
para que esas metas que quieras realizar puedas
lograrlas, para que tus sueños puedas alcanzar.

Hoy es el día para que comiences a llenar tu vida
de pequeños granitos, para que de grano en grano
completes tus más grandes y anheladas misiones
de la vida.

Hoy es el mejor día para que brindes a los demás
la mejor de tus atenciones, para que llames a ese amigo
que tienes a distancia y le demuestres cuanto le quieres.

Hoy es el mejor día para que te des cuenta de que el ayer
ya pasó, de que no puedes pensar en el mañana,
sino vivir el HOY, porque mañana es hoy, y el hoy
es el que debemos vivir….

No dejes pasar el tiempo, para que luego pase y pase,
y entonces te des cuenta de que hoy era el mejor día
para hacer todo aquello que deseabas hacer ayer
y que tienes para mañana, porque
Hoy debes vivirlo como si fuera el último mañana
que fueras a vivir.
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SGregorio

Se humilde y ama a tu prójimo

Juan trabajaba en una planta distribuidora de carne. Un día, terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo; en ese momento se cerró la puerta, se bajó el seguro y quedó atrapado dentro. Aunque golpeó la puerta fuertemente y comenzó a gritar, nadie pudo escucharlo. La mayoría de los trabajadores habían partido a sus casas, y fuera del refrigerador era imposible escuchar lo que ocurría dentro. Cinco horas después, y al borde de la muerte, alguien abrió la puerta. Era el guardia de seguridad que entró y lo rescato. Juan preguntó a su salvador como se le ocurrió abrir esa puerta si no era parte de su rutina de trabajo, y él le explicó: "Llevo trabajando en ésta empresa 35 años; cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero tú eres el único que me saluda en la mañana y se despide de mí en las tardes. El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible. Hoy, como todos los días, me dijiste tu simple "Hola" a la entrada, pero nunca escuché el "Hasta mañana". Espero por ese "Hola" y ese "Hasta mañana" todos los días;). Para ti yo soy alguien, y eso me levanta cada día. Cuando no oí tu despedida, supe que algo te había pasado... Te busqué y te encontré!! Reflexión: se humilde y ama a tu prójimo, todos somos importante..... ¡¡¡Todos Somos Importantes desde Tu Jefe hasta el que te sirve el café en la Mañana!! Linda Reflexión!!!
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RadioMaría

Carta de Dios a la mujer

Querida hija:

Hoy quiero agradecerte tu ser mujer, recordarte lo importante que eres a mis ojos. Como barro suave que eres entre mis manos, yo, tu alfarero, te modelé a mi imagen, puse en ti todo mi amor, te colmé de dones y capacidades.

Creé tus ojos y los bendije con el sentido de la vista; los hice lugar de admiración, ternura, disculpa. Los hice transmisores de amor, alegría y serenidad.

Hice tus pies y los bendije con el don de la movilidad, para que fuesen cercanía, servicio, disponibilidad. Les di la capacidad de detenerse junto a los que te necesitan, de recorrer caminos de libertad.

Modelé tus manos y las bendije con el sentido del tacto, convirtiéndolas así en acogida, ofrecimiento, sanación y ayuda, para que ellas, a su vez, bendigan y moldeen nuevas vidas.

Creé tus tímpanos y los bendije con el sentido del oído. Los hice receptivos, atentos, comprensivos, para poder escucharme en lo pequeño, en lo sencillo, en lo invisible.

Formé tu boca y la bendije con el sentido del gusto, y fue lugar de canción, de aliento, de ánimo, de perdón, y pudo comunicar palabras de vida, de paz, de verdad.
Moldeé tu corazón y lo bendije con el don del amor. En él sembré mi compasión; mi misericordia y mi bondad, para que en ti diera el fruto del amor gratuito e incondicional. Y lo más importante: lo elegí como mi cálido hogar.
Derramé sobre todo tu ser de mujer mi Espíritu, que ilumina tu camino y acompaña todos tus gestos, tus palabras, tus decisiones, porque para mi gloria te creé, te plasmé y te hice”.
Tú, mujer, eres la bendición que Yo, tu Dios, quiero derramar sobre el mundo, porque tú eres la alegría de la vida, la sonrisa de la naturaleza, el calor del hogar, la intuición del saber, la compañía de la ternura, la belleza del ser. Estás presente en todo sin ser vista; en tu vientre se engendra el regalo de la vida, ese milagro de amor que toma cuerpo dentro de ti: tú, mujer, eres continuadoras de mi obra.
No te sientas sola, porque Yo estoy contigo en la danza de la vida, en esta danza cuyo ritmo marca el amor infinito que siento por ti. Eres preciosa a mis ojos. Nunca olvides que te amo.
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Enfermedad en la Cristiandad evangélica

Una gran enfermedad se ha desarrollado en la Cristiandad evangélica contemporánea, que se ha construido alrededor del ego. El énfasis en la auto imagen, auto estima, y auto dignidad no es nada mas que mundanalidad humanista. El egoísmo a pervertido el evangelicalismo de una perspectiva Cristocéntrica a una antropocéntrica. La salvación es ahora vista desde el punto de vista: ¿Que puede hacer por nosotros? Eso es un error horrorizante.
John MacArthur

Preguntas cristianas para reflexionar

1. Si el evangelio de la prosperidad es bíblico porque Jesús era pobre y no tenía dónde recostar su cabeza?

2. ¿Conoces a alguien en el Nuevo Testamento, después de aceptar a Jesús, era materialmente rico?

3. Saúl era pobre y se hizo rico o era rico y se hizo pobre después de su conversión?

4.Timoteo  dice que el amor al dinero es la raíz de todo mal.

5.Hay iglesias están llenas de gente en busca de coches, casas, granjas, puestos de trabajo, la prosperidad. ¿Están buscando lo que quieren en el lugar correcto?

6. Juan dice No améis al mundo, ni las cosas en el mundo!

7. ¿Ha notado que las iglesias de prosperidad ofrecen al creyente lo mismo que el diablo ofrece a sus seguidores?
Pr JoséTavareas

¡Navidad sí, pero no a cualquier precio!

Cuando escuché la frase que encabeza el artículo, rápidamente volví mis ojos a la televisión para ver de qué se trataba. Por unos segundos pensé que alguien estaba desarrollando una campaña de publicidad que merecía la pena, pero todo cambió al ver que se trataba de una cadena de supermercados que, simplemente, quería vender sus productos.

Me quedé pensando en esa frase, porque encierra más verdad de lo que creemos: estamos celebrando la Navidad a cualquier precio.

Recordé entonces algo que les sucedió a dos profesores americanos en el año 1994, cuando viajaron a Rusia para visitar diferentes orfanatos, y en uno de ellos tuvieron la oportunidad de hablarles a un grupo de niños que habían sido abandonados y abusados desde muy pequeños, y vivían bajo la ayuda del estado, pero sin nadie que les diese cariño. Los dos profesores les explicaron a los pequeños la historia de la Navidad ¡Para la gran mayoría de ellos era la primera vez que tenían la oportunidad de escucharla!

En los últimos minutos de la clase, le pidieron a los niños que hicieran un pequeño pesebre con las cajas que los profesores habían traído, colocando papeles como si fuera paja, poniendo un muñeco y dibujando los animales, etc. A todos los niños les pareció una idea genial, y los dos maestros fueron recorriendo el aula y conversando con cada uno de ellos. De repente se encontraron con Misha, un pequeño de seis años que había puesto ¡dos! niños en el pesebre. Le preguntaron la razón y Misha les contó que le había preguntado a Jesús si podía estar en el pesebre con él, porque se encontraba solo y nadie le quería, y ¡Jesús le respondió que sí!

“Pero no tengo ningún regalo que darte” le dijo Misha… y el Señor le respondió: “Puedes darme calor ¡Quédate conmigo y nunca más estarás solo, porque yo te cuidaré siempre!”.

Los dos profesores no pudieron contener las lágrimas al ver la emoción del niño al contar la historia ¡Por fin había encontrado a alguien que le quería realmente, que no iba a abusar de él y que nunca le abandonaría!

La historia de la Navidad no era como Misha la había contado, pero de lo que no había duda es que la había comprendido perfectamente.

Uno de estos días estábamos juntos toda la familia, y comenzamos a hablar de la Navidad. Las niñas recordaron que, al fin y al cabo, estamos celebrando el cumpleaños del Señor Jesús. “Un niño nos ha nacido” escribió el profeta, y aunque Él es eterno, sus “días” en esta tierra comenzaron hace algo más de dos mil años.

Normalmente, cuando celebramos el cumpleaños de alguien, después de las canciones, la comida, las sorpresas, etc. todos comentan alguna cualidad que destaca en el homenajeado… así que nosotros decidimos pensar en todo aquello que nos encanta del Señor Jesús y colocarlo en el árbol de Navidad. Mel, la más pequeña ya fue la primera: “¡Jesús es mi amigo!” gritó y lo escribió rápidamente en un pequeño papel azul. Inmediatamente todos comenzamos a hablar sin parar sobre docenas de cualidades y situaciones que llenan nuestro corazón. Jesús es la persona más impresionante de la historia de la humanidad, de tal manera que proclamar lo que nos gusta de Él se hace interminable. ¡Tenemos mucho que decir! En realidad, nuestra vida no sería igual sin Él. Nada tendría sentido sin Él.

Me temo que a duras penas se verá el árbol cuando terminemos de llenarlo de hojas de colores mencionando sólo algunas de las características de quién nos ama como jamás nadie nos había amado.

Cuando me quedé solo, recordé lo que el Señor Jesús le dijo a los suyos, unos treinta y tres años más tarde, justo después de haber resucitado: “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. De eso se trata, literalmente, todos los días es Navidad: el niño que nos ha sido dado vive en nuestro corazón, en nuestra familia, en nuestra casa, en cada lugar al que vamos… en cada segundo de la vida que Él nos regala. Un día descubrimos que jamás vamos a estar solos… que encontramos a Alguien (¡mejor dicho, Él nos encontró!) que va a cuidarnos siempre. Pase lo que pase y estemos dónde estemos.

Cuando comprendemos que ese es “el” mensaje, tenemos que reconocer que el precio de la Navidad es infinito, porque el niño que nació era Dios mismo hecho hombre.

Infinito y eterno.

Él es el regalo de Dios para nosotros: su propio Hijo.
ProtestanteDigital

Agua de la roca

Durante la Segunda Guerra Mundial, las condiciones de un pequeno poblado en la isla de Bougainville, desmejoraron en forma alarmante. Japon controlaba las islas del norte del archipielago de las Salomon. Como estaban escasos de alimentos, invadian los huertos locales tan pronto como los productos comenzaban a madurar. Cuando comenzaron a darse casos de combate entre los habitantes locales y los invasores, los aldeanos comenzaron a temer por sus vidas. Los dirigentes cristianos recordaron una alta meseta situada en una de las cadenas de montanas. Una noche, los habitantes de la aldea desaparecieron en la jungla sin hacer ruido. La fortaleza de la montana los mantuvo escondidos, y parecia que sus provisiones les durarian hasta que sus hortalizas y sembrados les comenzaran a producir.
A medida que la estacion seca avanzaba, la provision de agua comenzo a escasear. Los aldeanos buscaron una vertiente, y encontraron un lugar humedo al pie de una pared rocosa. Se reunieron alrededor, y oraron para que saliera agua de la roca. Cuando terminaron de orar, contemplaron asombrados como la humedad aumentaba en forma paulatina, y luego la roca comenzo a gotear. Pronto todos pudieron comenzar a llenar de agua sus jarrones. Durante mas de dos anos, esa vertiente continuo goteando sin cesar; suplio asi todas sus necesidades.
Jesus vio su oportunidad en la desesperanza humana. Los que no podian hallar esperanza para si mismos, encontraron esperanza en el.
Tenemos el derecho de buscarle cuando estamos en dificultad. El agua que fluye en respuesta a nuestra necesidad puede ser tan practica como las aguas de Horeb, que calmaron la sed del pueblo, o tan intangible como el reavivamiento de nuestra fe y la renovacion de nuestra esperanza. 
Aquel en quien mora Cristo tiene dentro de si una fuente eterna de gracia y fortaleza

¡Conviérteme, Señor!

Del ruido, que me impide escucharte,
a la paz que me permite sentirte con nitidez.
De la comodidad, que desfigura mi felicidad,
a la sobriedad que necesita mi alma para no perderte,
a la belleza interior como camino hacia la perfección.

¡Conviérteme, Señor!
De mi voz, suave y tímida para pregonarte,
a un testimonio vivo, eficaz y valiente,
para proclamar que, como Tú,
nada ni nadie ha de salvar al hombre.

¡Conviérteme, Señor!
De mi autosuficiencia, orgullo y seguridades,
a la humildad para saber y poder encontrarte.

¡Conviérteme, Señor!
De mis apariencias, simples e interesadas,
a la plenitud que me ofrece tu presencia,
real y misteriosa, dulce y exigente,
divina y humana, audible….y a veces silenciosa.
Con respuestas….y a veces con interrogantes.

¡Conviérteme, Señor!
Y dame un nuevo corazón para alabarte.
Y dame un nuevo corazón para bendecirte.
Y dame un nuevo corazón para esperarte.
Y dame un nuevo corazón para amarte.
Amén.
PJLeoz

Olvida el ayer

Recordar los malos ratos del pasado no aporta nada positivo al presente. ¿Por qué detenerse en el pasado si lo que importa es el futuro?
El espejo retrovisor del automóvil te muestra el camino recorrido y sirve únicamente de aviso para ver los vehículos que te piden el paso y que podrían poner en peligro tu propio viaje.
El pasado sirve de base al presente, como los muros del primer piso que hoy sostienen la azotea de mañana.
Quien está en el primer piso quiere sencillamente subir a la terraza y no detenerse escarbando en los cimientos de la casa porque encontraría sólo alacranes.
Sube y contempla las estrellas que te muestran los caminos del futuro y deja que la animalidad se pierda entre los terrenos del suelo húmedo y frío.
No vuelvas al pasado que se ha ido y no regresará jamás. Si regresara sería un gran impedimento para tu progreso.
Lo que pasó, pasó. La vida pasada te dejó experiencias y conocimientos que tendrías que aprovechar.
El estudiante experimenta en el laboratorio con instrumentos de química. Al salir del aula se lleva los conocimientos y deja las probetas y elementos porque ya no le sirven.
¿Qué ganamos con recordar errores, cuyas consecuencias nos hacen sufrir, si ya es imposible corregirlos
y su recuerdo constante puede arruinar nuestro camino?
Por eso, no vuelvas al pasado y mira hacia el porvenir.
No remuevas la tierra con la azada y planta frutales que mañana te abriguen y alimenten.
Olvida el ayer y orienta el corazón hacia mañana. Cuando el hoy despuntó con la aurora del nuevo día, el ayer había concluido. Táchalo en la hoja de tu vida.
Prepara tus lecciones para el examen de mañana porque en el examen de ayer fuiste aprobado con notas demasiados bajas.
Levántate y camina hacia lo alto y hacia adelante, dejando que los muertos en espíritu entierren a sus muertos. (Mateo 8,22)

Mi equipaje

Mi equipaje será ligero, para poder avanzar rápido. 
Tendré que dejar tras de mí la carga inútil:
las dudas que paralizan y no me dejan moverme. 
Los temores que me impiden saltar al vacío contigo.
Las cosas que me encadenan y me aseguran.
Tendré que dejar tras de mí el espejo de mí mismo, 
el “yo” como únicas gafas, mi palabra ruidosa.

Y llevaré todo aquello que no pesa:
Muchos nombres con su historia,
mil rostros en el recuerdo, la vida en el horizonte,
proyectos para el camino; valor si Tú me lo das,
amor que cura y no exige; Tú como guía y maestro,
y una oración que te haga presente:

A ti, Señor, levanto mi alma, en Ti confío,
no me dejes; enséñame tu camino,
Mira mi esfuerzo. Perdona mis faltas.
Ilumina mi vida, porque espero en Ti.

Hijo Motivador

En el mensaje “El Ejemplo de Bernabé” vimos como Bernabé jugó un papel esencial en el ministerio de Pablo. El decididamente presentó a pablo a los apóstoles en Jerusalén (Hechos 9:27) y luego buscó a Pablo cuando el escapó de Jerusalén hacia su casa en Tarso (Hechos 11:25-26). Después de llevar a Pablo a Antioquia, Bernabé se quedó con el por muchos años mientras ellos animaban a la iglesia – y entre ellos.

Ser un consolador fue un modo de vida para Bernabé. Su nombre era originalmente José, pero, aún antes de encontrar a Pablo, los apóstoles habían comenzado a llamarle “Bernabé (que traducido es, Hijo de Consolación o Hijo Motivador)” (Hechos 4:36). Bernabé fue capaz de evaluar a otras personas de acuerdo a sus habilidades en Cristo – una habilidad determinada por Sus fuerzas y no limitada por sus fracasos pasados. Esto permitió a Bernabé ver el gran potencial donde otros solo veían debilidades y animarlos cuando otros se daban por vencidos.

Bernabé fue con Pablo en su primer viaje misionero en donde conjuntamente proclamaron el nombre de Jesús en todo lugar que visitaron. Otro hombre joven, llamado Marcos, comenzó este primer viaje misionero pero luego se regresó. Esta aparente falta de perseverancia molestó a Pablo tanto que en su segundo viaje misionero se negó a llevar a Marcos con el.

Hechos 15:37-39
“Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra. Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre.”

Bernabé vio el potencial dado por Cristo al joven Marcos y lo animó así como lo hizo con Pablo muchos años antes. Como resultado, Marcos maduró en su ministerio y fielmente continuó en su servicio a Jesús. El ministró al lado del Apóstol Pedro (2 Pedro 5:13), fue reunido con Pablo (Colosenses 4:10, Filemón 24), y más tarde escribió el primer relato del Evangelio – el evangelio de Marcos.

La iglesia temprana enfrentó muchas dificultades – muchas oportunidades para el desánimo – pero Dios usó a Bernabé para fortalecer a los que habían sido llamados a los frentes de batalla. No todos podemos predicar frente a grandes multitudes o viajar como misioneros a tierras extrañas, pero TODOS tenemos la habilidad de animar a aquellos que Dios pone en nuestro camino.

El mundo está lleno de gente clamando por alguien que los ayude y crea en ellos. Vidas pueden ser cambiadas, familias restauradas, comunidades completas y aún naciones pueden ser dramáticamente cambiadas hacia Dios si cada uno de nosotros anima a otros a caminar más cerca de nuestro Padre Celestial, a amarle más, y a confiar en El con todo nuestro corazón. Compartamos el amor de Jesús y efectivamente ministremos observando a otros y luego tomando acción como Hijo Motivador.
STroxel

Mirando hacia adelante

Caminando por la vida siempre hay esos días en que las decisiones tienen que ser tomadas, en que las elecciones son difíciles, las soluciones no se muestran y parece que las lluvias atrasan tu marcha.

Existen algunas situaciones donde todo lo que puedes hacer es simplemente dejar que sucedan, y proseguir reuniendo fuerzas, buscando otras direcciones que puedan llevarte hacia una nueva aurora.

Es hora de empacar tus problemas y dar un paso al frente. Un proceso de cambio muchas veces es duro, pero piensa en la alegría que puede ser encontrada más adelante si eres lo suficientemente valiente.

Pueden existir aventuras que nunca Imaginaste esperándote en la próxima curva. Deseos y sueños pueden estar muy cerca de la realización en formas que aún no logras entender.

Es posible que encuentres nuevas amistades Que harán brotar nuevos intereses en cuanto salgas de esa inercia. Podrás aprender que la vida ofrece muchas opciones y muchas formas de crecimiento.

Tal vez vayas a conocer lugares que nunca imaginaste que existieran y veas cosas que nunca viste. Tal vez viajes para maravillosos y distantes mundos, tomando promisorios atajos por el camino.

Puede ser que encuentres calor, afecto y cariño, tal vez un “alguien especial” estará allá para ayudar a equilibrarte, oyendo con interés las historias y los sentimientos que quieres compartir.

Es posible que te confortes al percibir que hay amigos que pueden apoyarte en todo lo que haces. Cree que, sea cual fuera tu decisión, ellos podrán ser la elección correcta para ti.

De modo que ve dando un paso cada vez, viviendo la vida un día cada vez. ¡Hay una estrella más brillante allá en lo alto del camino!

No veas hacia atrás. ¡Tú no estás yendo en esa dirección!

Las palabras que no se lleva el viento

No es la primera vez (y quizá tampoco sea la última) que en esta semana he escuchado esa cuestión de que las palabras se las lleva el viento. Pueden haber sido un cúmulo de coincidencias simplemente, si es que eso existe y es tan simple realmente, pero me atrevería a aseverar que esta idea está, no sólo muy extendida dentro y fuera de nuestros foros cristianos, sino profundamente enraizada en el inconsciente colectivo y en el de cada cual en particular.

Sirve, además, tristemente, para incluso restarle valor a lo que otra persona, con total interés en que sus palabras y el mensaje que contienen permanezcan, haya podido expresar si es que lo que dijo no termina de convenirnos.

Tantas y tantas veces se usa ese argumento para quitarle seriedad y peso a lo que se dice. Pareciera que, lo que no está plasmado por escrito, no tiene validez o futuro ninguno.

Pero con todo y que entiendo (todos lo hacemos) lo que se pretende decir con esa idea, refiriéndose a que si queremos dar verdadera seriedad y estabilidad a algo que se dice es conveniente ponerlo también por escrito, la verdad es que creo también que es importante dedicar unos minutos a considerar algunas cuestiones relevantes respecto a este asunto e hilar un poco más fino al respecto.

Vivimos en un tiempo en que la palabra de las personas, ciertamente, parece no valer nada. Ojalá fuera posible decirlo de otra manera, pero no termino de encontrar cuál. Ideas como el compromiso, las promesas, votos o pactos, contratos o simplemente afirmaciones, se lanzan al aire en un alarde de hacer lo que debemos (la teoría la tenemos clara, generalmente), pero sin gran fondo que les dé la estabilidad y el peso que deberían tener. Nada de lo que se dice parece terminar de ser vinculante. A veces ya ni la propia palabra por escrito parece serlo. Pero cuando se trata de lo verbal, efectivamente, pareciera que donde se digo blanco luego se puede decir negro sin ninguna clase de pudor.

En una época en la que vale más el derecho a poder cambiar de opinión que el deber de mantener nuestra palabra, no es de extrañar que pasen las cosas que pasan. Compras de pisos que no se materializan con la entrega dela vivienda, sino con la pérdida del capital invertido, productos bancarios abusivos basados en el mal uso de la palabra, relaciones matrimoniales que se rompen independientemente del pacto sagrado que las une… todo parece disolverse en este gran océano en el que nos movemos las personas, a la deriva, sin principios mínimos que permitan darnos la certeza de que, cuando alguien nos dice sí, verdaderamente cumplirá su palabra (o la cumpliremos nosotros, por qué no decirlo).

Por otra parte, no es cierto que las palabras se las lleve el viento por una cuestión fundamental en la que probablemente todos los que estén leyendo estás líneas podrán sentirse identificados. ¿Cuántas veces alguien no se ha dirigido a nosotros y a través de una mala palabra nos ha hecho un daño terrible? O al revés…¿cuántas veces no habremos sido nosotros los que hayamos ofendido de forma irreversible a otros? No es cierto entonces que las palabras no tengan validez ni poder de hacer daño. Es más, las palabras tienen incluso la capacidad de matar y destruir relaciones, amistades, pactos y que éstos no puedan volver a reconstruirse jamás.

Un golpe físico deja una herida física que se salda con una cicatriz. El dolor desaparece, aunque uno recuerda que aquello estuvo allí. Pero las palabras dejan una herida en el corazón y en la memoria que es muy difícil de sanar y casi imposible de olvidar. Las palabras dañan, de la misma forma que las mismas, bien empleadas, son capaces de producir sanidad.

Proverbios, por ejemplo, no se cansa de hablar de las bondades y las maldades de la palabra y llama la atención, teniendo esto en cuenta, cómo es posible que seamos a veces los propios cristianos, supuestamente conocedores de la Palabra en mayúsculas, los que enarbolamos esas banderas. El poder de la lengua es tema central en la epístola de Santiago, lo cual no deja de recordarnos que este es un tema a todas luces intemporal.

Qué curioso que Dios se haya dado a conocer y denominar a través de dos alusiones tan directas al lenguaje como son la Palabra y el Verbo, en referencia a Jesús mismo.

A nivel humano, como a nivel divino, las palabras y el lenguaje son elementos de tanto valor como para que Dios mismo las haya puesto en ese y no en otro papel. Él, que no cambia, que no muta, que no se cansa de hacernos bien, Cuyo sí es sí y Cuyo no es no. La Palabra en mayúsculas es el mayor símbolo de estabilidad y aplomo, de seguridad inamovible y el Verbo, Jesús, nuestra mayor garantía, firma con sangre de una salvación que no fue gratis, aunque para nosotros lo sea y que compromete con su propio nombre, el Verbo, cada una de las promesas que hemos recibido, que son en Él sí y amén.
Lidia Martín Torralba

Pagar mal por bien

El rey David experimentó en carne propia el dolor e indignación que se sufre cuando le pagan a uno con mal, el bien que se ha hecho. El rey Saúl a quién él consideraba un padre, lo acusó de traición y persiguió para hacerle pagar su vida. Su hijo primogénito Absalón ayudado por personas de su confianza, se sublevó contra su autoridad y lo despojaron temporalmente del trono. El salmo 35 evidencia esas experiencias:

“Yo no les hice ningún mal, pero ellos me tendieron una trampa; no les hice ningún mal, pero cavaron una fosa para atraparme” Salmo 35:7 NTV

“Testigos maliciosos testifican en mi contra y me acusan de crímenes que desconozco por completo. Me pagan mal por bien y estoy enfermo de desesperación” Salmo 35:11-12 NTV

“…Me ataca gente que ni siquiera conozco; me calumnian sin cesar. Se burlan de mí y me insultan; me gruñen” Salmo 35:15-16 NTV

La historia del rey Saúl y Absalón termina con la muerte de ambos, derrotados y avergonzados.

Todas acciones de maldad sobre personas justas, serán como el reflejo en un espejo, las consecuencia tarde o temprano caerán sobre los malhechores y sus generaciones [su casa].

“Despierta! Levántate en mi defensa! Toma mi caso, Dios mío y Señor mío. Que sean humillados y avergonzados los que se alegran de mis dificultades; que sean cubiertos de vergüenza y deshonra los que triunfan sobre mí” Salmo 35:23, 26 NTV

Pagar mal por bien, es ingratitud y crueldad; pagar mal por mal, es justicia a través de venganza; pagar bien por mal, es la gracia y perdón que deja la afrenta en las manos de Dios.

“-Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta-. No te dejes vencer por el mal; al contrario vence el mal con el bien” Romanos 12:20-21 NVI
Pastor Byron Sales Curiel